Una agenda de citas bien diseñada es un tesoro

Para visualizar el documento completo entrar en: https://drive.google.com/file/d/11dlmlQTgD5xpZIbemllMLsJpMgIwbzzn/view?usp=sharing

Estas propuestas nacen de profesionales que trabajan en la Atención Primaria andaluza, sin distinción de signo político. Nuestra intención es colaborar y ayudar en la promoción y la mejora de la Atención Primaria pública para dar a los ciudadanos un servicio de calidad, eficaz y humano, en unas condiciones de trabajo adecuadas para los profesionales.  

Estamos en una situación en la que la ciudadanía clama por una atención eficaz y accesible por su médico de atención primaria al que cree haber perdido, y los médicos clamamos por unas condiciones de trabajo razonables y por disponer de los recursos suficientes para poder atender a nuestros pacientes.  

Creemos llegado el momento ineludible de la colaboración: profesionales, ciudadanos y políticos de todo signo. 

A los políticos y gestores les pedimos que escuchen nuestras propuestas y las tengan en consideración.

Con los  profesionales de la Atención Primaria y de los hospitales queremos compartir un modelo de trabajo colaborativo basado en el compañerismo y el respeto mutuo.

A los ciudadanos les pedimos que usen de forma razonable y responsable los servicios sanitarios, sin heroicidades debidas a una tolerancia excesiva de la enfermedad grave,  pero con el debido sosiego para lo que no urge.

Las propuestas están diseñadas buscando el trabajo en equipo, el aprovechamiento de las competencias de los distintos profesionales, la eficiencia, la eficacia, el respeto mutuo,  la participación, la autonomía colaborativa y la flexibilidad. Esperamos que sean útiles y tenidas en cuenta, y que sirvan para mejorar la situación actual….

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Presupuestos Andalucía 2021: un mazazo para la Sanidad Pública y la Atención Primaria de Salud

Hemos leído con atención los presupuestos que los partidos en el gobierno proponen para el 2021 en Andalucía. Cuán grande ha sido nuestra sorpresa cuando hemos encontrado lo siguiente:

  1. El presupuesto para la Sanidad Pública no crece lo suficiente. Destinan 11.553 millones de euros, poco más que en 2020, un presupuesto que no contemplaba el gasto generado por la pandemia, nadie sabía lo que iba a ocurrir.  El presupuesto de 2020 ha sido tan insuficiente para la actual coyuntura que el gobierno andaluz ha tenido que destinar dinero extra a la sanidad, y, a pesar de ello, ha decidido no pagar en torno al 17% del complemento de productividad a toda la plantilla del SAS (más de 100.000 trabajadores),  previsto para final de octubre. Esta cantidad corresponde a una compensación económica por el trabajo realizado en 2019 y este complemento supone más del 10% de las retribuciones totales que un médico percibe en todo el año.
  2.  Ese presupuesto es obvio que no puede incluir la ampliación y creación de plantilla para la Atención Primaria, tan necesaria ya antes de la pandemia,  ampliamente prometida en campaña electoral y también después, y que tan perentoria es en la actualidad, si es que queremos controlar la pandemia en Andalucía y no pagarlo en enfermedad, muertos y pobreza, y más enfermedad y más muertos aún por ella.
  3. No contempla aumentos salariales para los médicos al margen de lo pactado este año (exclusividad para los que no la cobraban y 2 € más la hora de guardia), a pesar de la prometida equiparación salarial con el resto del país durante esta legislatura. ¿Acaso piensan equipararlo todo en 2022? Porque ese es el año para el que se espera una auténtica recesión económica y que no haya manga ancha por parte de Europa para el cumplimiento del déficit. Es indispensable resolver la precariedad, las condiciones laborales y los bajos salarios porque la fuga de médicos del sistema sanitario público andaluz es escandalosa, y más aún lo va a ser en breve si esto no cambia, al menos en Atención primaria. Hay zonas sin pediatras, sin médicos de familia o donde si los hay son extracomunitarios sin título homologado, vamos, una barbaridad. No podemos ni queremos tolerar el trato ni las cargas de trabajo que soportamos, y que tendremos que soportar en mayor grado si los médicos siguen huyendo.
  4. En el borrador de los presupuestos se institucionaliza los contratos a tiempo parcial en Sanidad y Educación. Una precariedad que ahonda aún más en que un médico no quiera trabajar para la sanidad pública andaluza.

Los centros de salud están colapsados incluso aunque han empezado a contratar más auxiliares de clínica y administrativos.

Los pacientes están muy irritados porque les falta su médico. Y no crean que lo del teléfono va a seguir funcionando indefinidamente; eso sirve para situaciones de alarma como durante el confinamiento, para informar, para cosas ligeras y poco más, salvo que médico y paciente se conozcan muy bien, situación que la precariedad laboral de estos años han dificultado en gran medida. Hay una acumulación enorme de pacientes con patologías pendientes de valorar en profundidad.

Los médicos estamos agotados y no podemos más. ¿Quieren mantenernos así? La huelga silenciosa de médicos que comenzó hace años (http://mimagnificopediatra.blogspot.com/2008/02/la-huelga-silenciosa.html?m=1) continuará su marcha migratoria pero a ritmo de maratón.

¿Hasta cuándo creen que lo vamos a soportar nosotros y nuestros pacientes sin movilizarnos de forma contundente? Sin una Sanidad Pública con profesionales, medios y tiempo suficientes para hacer bien nuestro trabajo y sin morir en el intento cada día, no saldremos airosos de esta Pandemia. La Atención Primaria sigue postergada. Estos presupuestos son un suicidio para Andalucía.

Reflexiones tras la Huelga de médicos 27O

Médicos de todo el país hemos dicho Basta Ya al abuso continuado que sufrimos desde hace años: condiciones laborales lamentables, precariedad, falta de plantillas suficientes, ningún reconocimiento por ser profesionales de riesgo, el peor trato de los funcionarios para la jubilación,  y finalmente el Real Decreto Ley 29/2020 que se carga de un plumazo las especialidades médicas y permite  contrataciones de médicos baratos sin titulación  especializada, entre otras lindezas.

Fuéramos muchos o pocos los huelguistas, lo que se reclama es tan absolutamente legítimo que no cabe la menor duda de que son cosas que la ciudadanía española nos debe y que los gobernantes de todo signo han evitado darnos hasta ahora, sufrimos una situación de abuso desconocido en nuestro entorno (por eso emigramos).  Nos hacen monumentos y nos aplauden pero apenas tenemos derechos,  habitualmente no nos dejan dormir, ni descansar lo suficiente, cuidar de los nuestros o hacer nuestro trabajo con sosiego ni un solo día. Y no sólo es por la pandemia, esto viene de antiguo.

En Andalucía la situación ha sido curiosa. La movilización ha sido protagonizada casi en solitario por los médicos de la Atención primaria, y promocionada casi en exclusiva por Basta Ya Andalucía con nuestros escasos medios (nuestras redes sociales y nuestra voluntad). Si bien en los hospitales reciben algo mejor trato en general, no es menos cierto que la mayoría de los graves problemas que sufrimos son comunes y que el decreto nos afecta a todos. El Sindicato Médico Andaluz se ha limitado a un comunicado , y hemos recibido algún respaldo sólo en las provincias de Málaga y de Granada. Del resto de sindicatos, incluido el de enfermería a pesar de que el Decretazo les afecta bastante, nada se ha sabido. 

Esta situación no es nueva, posiblemente por ello los derechos laborales de los médicos andaluces y la situación de los centros de salud están a la zaga entre otros territorios de España.

También ha sido curioso el baile de cifras de seguimiento de la huelga por provincias. Sólo en la concentración de Málaga ante la subdelegación del Gobierno había más médicos manifestándose que el porcentaje reconocido por la administración (el 0.99%).

Dentro de un mes, si las negociaciones fracasan, tendremos otra oportunidad de enmendar los errores en cuanto al nombramiento de mínimos teniendo en consideración si hay suficientes médicos no huelguistas para cubrirlos o no, las tareas que se encomiendan a estos mínimos en los centros,  y el respaldo a nuestras reivindicaciones  y a la huelga por parte de todos los sindicatos.  Nosotros, los médicos de la Atención Primaria de Basta Ya Andalucía no faltaremos y llegaremos más organizados y con más fuerza, solos o acompañados, no lo duden.

Motivos para una Huelga nacional de Médicos: Yo voy

Mañana martes 27 de octubre la Confederación Nacional de Sindicatos Médicos (CESM) ha convocado una Huelga, la primera de una serie que se realizarán los últimos martes de cada mes hasta que nuestros gobernantes cedan a las reivindicaciones. Los médicos estamos agradecidos a la CESM por ello.

Nuestros motivos para la Huelga son debido q que las condiciones laborales de los médicos de la sanidad pública en nuestro país son deplorables. Pasamos a describirlas brevemente:

  1. Jornadas de trabajo interminables, de 24 horas, demasiadas veces sin descanso alguno.

¿Imaginan a un bombero apagando fuegos durante 24 horas seguidas? Pues no, en cuanto hay un incendio grande trabajan a turnos para descansar ¿O a un profesor dando clase de forma continuada un día entero?. Trabajar a ese ritmo tantas horas es insoportable.

 Pues eso nos hacen, sólo que además de socavar nuestra salud, ponen en riesgo a aquellos a los que atendemos cuando estamos demasiado  cansados porque no es que nos podamos equivocar en los conocimientos que podamos transmitir, es que nos podemos equivocar en actuaciones que ponen en riesgo la vida y la salud de los pacientes que atendemos. Y si eso ocurre, además del daño al paciente, nosotros nos quedamos con esa responsabilidad a nuestras espaldas para siempre, una y otra vez.

  • Sobrecarga de trabajo insoportable en numerosos puestos.

En los quirófanos el cirujano tiene que parar para que limpien entre cada operación y para anestesiar, en las consultas no. Por eso hay esas listas de espera tan desmesuradas para operarse y para consulta, no, y en Atención primaria encima nos imponen que la cita sea para Ya, sea urgente o no,  sea importante o sea una banalidad  que ni siquiera necesite atención médica o simplemente ni sea de nuestra competencia.

Nos citan a las personas a destajo, sin tiempo suficiente, y esperan que hagamos una labor de Sherlock Holmes impecable: el paciente nos da 2 ó 3 pistas y nosotros tenemos que hacer una labor de investigación brutal preguntando, explorando, rebuscando entre nuestros conocimientos y lo que conocemos del paciente, llegando en un tiempo record a una presunción diagnóstica que muchos esperan que sea infalible sobre quien es el asesino responsable del deterioro de su salud, y proponiendo la mejor estrategia para atraparlo y neutralizarlo. Y todo ello haciendo que el paciente se sienta atendido, cómodo, valorado y teniendo en cuenta su opinión y sus preferencias, amén de solicitar y explicarle todos los trámites a seguir durante todo el proceso. Y ¡cuidado si trae varios motivos de consulta!, eso supone varias investigaciones en el tiempo de una.

Nos revientan la mente y también la salud  debido al cansancio,  el estrés y el hartazgo.

  • No nos reconocen que somos una profesión de riesgo.

Tenemos riesgos psicológicos evidentes. Soportamos una intensidad emocional y con una frecuencia tal que no soporta ninguna otra profesión. Todos los días estamos en contacto y acompañando en el dolor, la enfermedad y la muerte, y con el temor de las consecuencias de nuestros errores.

Tenemos riesgos biológicos  indiscutibles. Ni siquiera viendo cómo arriesgamos nuestra vida, cuántos miles de contagiados llevamos, cuántos ingresados en hospitales y en UCI y cuántos muertos de entre los médicos nos protegen adecuadamente. Ha costado muertos que se decidan a facilitarnos los suficientes y adecuados equipos de protección, y todavía escasean o nos racanean en muchos servicios la cantidad necesaria, como si el valor del ahorro estuviera por encima del valor de nuestras vidas.

Ni siquiera reconocen la penosidad de nuestro trabajo por el exceso de horas realizadas en las guardias, o enfundados en EPIs, o por las horas empleadas fuera del trabajo para mantener nuestra competencia.

Nuestro trabajo es penoso, peligroso y rodeado de tóxicos y debería  conllevar bonificaciones para una jubilación más precoz, que nos niegan.

Cualquier funcionario de este país puede jubilarse con 61 años y 30 años trabajados, menos nosotros.

  • Y el colmo que remata la situación es la decisión del Gobierno central materializada en el Real Decreto Ley 29/2020 y refrendada en el Parlamento por los partidos afines de:            
    • Anular el valor del conocimiento de las especialidades médicas.
    • Anular nuestra voluntad y opinión para que estemos a su disposición absoluta para movernos de puesto como si no hubiésemos dado todo lo razonable y más durante la primera oleada sin que nos obliguen.
    • Despreciar al máximo a los médicos de atención primaria, todos tan especialistas como cualquiera otros, con los mismos requerimientos,  los mismos años para serlo y quizás hasta más dificultad por el volumen y variedad de conocimientos que necesitamos. Han establecido  que  enfermeros de hospitales puedan hacer  nuestro trabajo en los centros de salud. Algo fuera de toda lógica y de toda normativa vigente. Es legalizar el intrusismo profesional de una forma descabellada y sumamente peligrosa.
    • Centran todo el esfuerzo de control de la pandemia y de lo que no es pandemia en los profesionales de la Sanidad Pública, mientras permiten que la privada siga su camino, el cual comprende absorber a todos los médicos que huyen y seguirán huyendo de la pública escapando de las condiciones abusivas, la precariedad y los bajos sueldos.

Pueden leer nuestro análisis en https://bastayaandalucia.health.blog/2020/10/05/el-decretazo/

Si perciben que el médico de la Sanidad Pública que le atiende no le escucha, no le presta la atención que usted cree que necesita, no empatiza lo suficiente, no acierta en el diagnóstico, parece cansado, harto o enfadado…No se extrañen. Es lo normal de la naturaleza del ser humano cuando nuestras condiciones de trabajo son estas, y más aún cuando con los años te vas dando cuenta, y cada vez más, de que nos explotan y nos maltratan. De que los gobernantes lo hacen, todos, para ahorrar dinero a nuestra costa, y que algunos de ellos incluso para que la sanidad pública no funcione bien  y así enriquecer a las privadas (y/o enriquecerse ellos). Te das cuenta de que todos lo saben, los pacientes incluidos, y pocos alzan la voz en contra, pero sí se aprovechan de ello y exigen que se atiendan sus necesidades por encima de las nuestras, a veces hasta agrediéndonos.

No se extrañen que vayamos a la Huelga en plena pandemia.

No se extrañen si nos vamos de la Sanidad Pública. Cada vez somos más los que tenemos claro que hay condiciones laborales que jamás se deben soportar, ni por dinero ni por vocación.

No se extrañen si se quedan en breve sin Sanidad Pública y con la Pandemia entera para ustedes.

El pacto debe ser #CuidaAQuienTeCuida  y #YoTeAyudoSiTúMeRespetas.

La sociedad tiene una deuda inmensa con los médicos. Es hora de empezar a devolver parte de lo recibido.

Andalucía, a 26 de octubre de 2020

Reivindicaciones para la Atención primaria andaluza y cómo vamos a hacerlas realidad

Los médicos de la Atención primaria (AP) andaluza llevamos muchos años intentando que se convierta en lo que siempre debiera haber sido: el nivel asistencial de entrada al sistema sanitario público en torno al cual gire la asistencia (siempre centrada en el paciente), que llegue a todos, y donde se resuelvan hasta el 90% de los problemas de salud de la población, y ello con las premisas indiscutibles de que siempre se haga con calidad y con calidez.

Han sido años de predicar en el desierto político. Nuestros gobernantes, como mucho, han contestado con bonitos discursos y pocos o ningún hecho que nos acerque a algunos de los objetivos. Esta lentitud, dejadez, inacción, ineficacia, insuficiencia y, en el peor de los casos, agresión contra la AP intencionada, sumado a la actual pandemia, ha provocado que lleguemos a una situación insostenible e intolerable de colapso de la Atención Primaria.

La Atención Primaria está moribunda, los profesionales hastiados e indignados, y la población enfadada. Si antes el interés y la inversión eran insuficientes, ahora la AP ha estallado, y con ella los profesionales y la ciudadanía. La situación es desigual a lo largo de la geografía andaluza, hay lugares donde hay ahora buenos gestores y eso se ha notado, pero en otros siguen las mismas prácticas de antes.

Hay direcciones generales que están trabajando mucho y bastante bien, como la Dirección General de Personal, aunque a los profesionales nos gustaría tener una mayor opinión y participación en lo que se decide, una cuestión importantísima es el decreto que regula la designación de los directores y cargos de los centros de salud, cuyo cambio está siendo largamente aplazado y cuyo borrador por ahora no contiene las respuestas a nuestras necesidades de autonomía por categorías profesionales,  democratización de los centros y trabajo en equipo. En cambio otras como la Dirección General de Asistencia Sanitaria parece tener poco o nulo interés en la Atención Primaria: el planteamiento actual de la consulta telefónica sobredimensionada sin justificación (ya no estamos confinados), la insuficiencia de las plantillas, las agendas indiscriminadas sin tiempo y sin priorización alguna, la irresponsabilidad de no contratar rastreadores a tiempo y hacer recaer esa labor en los médicos y enfermeros de la AP… son claras muestras de ello. El actual Gerente del Servicio Andaluz de Salud debiera haber previsto y evitado estas situaciones que han llevado a la Atención Primaria al caos en numerosos centros, además no ha cumplido sus promesas de limitar a 30 el número de pacientes atendidos por médico y jornada, implantar de forma obligatoria la colaboración de otras categorías profesionales en la atención de los pacientes sin cita, y otras medidas anunciadas para la AP para abril y luego aplazadas a septiembre.

Los profesionales llevamos tiempo diciendo BASTA YA, y lo vamos a decir más fuerte, hasta desgañitarnos. Les garantizamos que ningún médico está conforme ni a gusto con esta situación, nos dedicamos a esto para colaborar y ayudar a nuestros conciudadanos a mantener y recuperar la salud. Y nadie nos va a callar, porque todos nos jugamos mucho.

Para los médicos está en juego nuestra permanencia en el sistema sanitario público. Nos sentimos profundamente engañados. Nosotros no vinimos a distraer a los pacientes, a ahorrar a toda costa en lo que no se debe ahorrar, a obedecer órdenes absurdas y dañinas, a verlos sufrir, o a presenciar cómo los pudientes se intentan buscar la vida en la sanidad privada (donde en demasiadas ocasiones el objetivo es el ánimo de lucro e incrementar el mercado y el consumo sanitario) y los menos adinerados andan perdidos por el sistema o ni siquiera pueden acceder a él cuando de verdad lo necesitan.

No asistiremos callados a este desmantelamiento de la Atención Primaria que, por otra parte, nunca llegó a estar bien diseñada ni implementada; y tampoco nos quedaremos en ella si no es lo que tiene que ser. De una u otra forma nos iremos, ya llevamos muchos años yéndonos, de uno en uno, en silencio. Ahora nos iremos a las claras, muchos, todos los que podamos hacerlo. Los que no puedan porque los médicos también vivimos de nuestro trabajo, no crean que van a quedarse contentos y colaboradores, que no, unos se quemarán por el camino y otros esperarán la oportunidad para irse (lean este hilo de twiter como muestra https://twitter.com/ClaraBenedicto/status/1314641977586200577?s=20 )

Antes de irnos, lo vamos a volver a intentar. Vamos a plantarnos con fuerza, vamos a pelear por la Atención primaria y por nuestros pacientes.

A los políticos, organizaciones y ciudadanos razonables y honrados que quieran acompañarnos, les agradeceremos que sumen sus fuerzas con nosotros. A los que no, los ignoraremos y seguiremos nuestro camino hasta donde nos den las fuerzas o hasta que no nos quede otro que irnos. Lo que sí tenemos claro es que no seguiremos el camino que hasta ahora nos han trazado, y para quien quiera leerlo, en el vínculo que está debajo de estas líneas están nuestras reivindicaciones profesionales, laborales y sobre el sistema sanitario público, y cómo pretendemos conseguirlas.

https://drive.google.com/file/d/1Nv_5Cs3szXLPOu8udy17_6Ghh0ZkxlQ9/view?usp=sharing

Andalucía, a 13 de octubre de 2020

PD MUY IMPORTANTE: debido al incremento alarmante del número y la gravedad de los casos por coronavirus en Andalucía, hemos decidido posponer las medidas Huelga indefinida y #YoRenuncio (salvo aquellos que individualmente no puedan más y decidan seguir esta última opción) porque ante todo somos médicos y prevalece nuestro compromiso con el principio PRIMUN NO NOCERE (lo primero no hacer daño). Sólo es un retraso hasta que consideremos que nuestro trabajo ya no es absolutamente imprescindible para reducir el número de fallecidos y enfermos graves en esta oleada. En cuanto empiece a remitir, les pondremos nueva fecha a estas medidas salvo que el actual gobierno andaluz haya dado satisfacción plena y fehaciente a nuestras reivindicaciones.

Los motivos y nuestro planteamiento lo explicamos en el siguiente vídeo: https://youtu.be/Xz1xbjJwSY4

Las medidas NO Hacer, Hacer Bien y las denuncias por los Riesgos Laborales siguen adelante.

El día 20 de octubre a las 20 horas tendrá lugar una concentración convocada por el Sindicato Médico de Málaga con el apoyo de Basta Ya Málaga ante la puerta de la Delegación Provincial de Salud de Málaga para elevar nuestra voz en reclamación de nuestras reivindicaciones. Simultáneamente habrá concentraciones por la mañana en los centros de salud del resto de las provincias andaluzas con el apoyo de Basta Ya Andalucía con el mismo objetivo. Lo anunciaremos convenientemente cuando se acerque la fecha.

Desde Basta Ya Andalucía secundaremos la Huelga nacional de médicos convocada para el 27 de octubre por la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM), es un día al mes. Lo  que se pide es irrenunciable para los médicos y necesario para la ciudadanía, y no pararemos hasta conseguirlo. Cumpliremos los servicios mínimos para garantizar la asistencia imprescindible durante ese día para que no se resienta la atención durante la pandemia. Las causas de esta movilización pueden verse en http://www.cesm.org/2020/10/15/cesm-registra-su-convocatoria-de-huelga-nacional-para-el-27-de-octubre-ante-las-autoridades-competentes/

Andalucía, a 18 de octubre de 2020

El Decretazo

Con fecha 30 de septiembre se ha publicado en el BOE un Real Decreto-ley sobre medidas urgentes en materia de teletrabajo en las Administraciones Públicas y de recursos humanos en el Sistema Nacional de Salud para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. https://www.boe.es/boe/dias/2020/09/30/pdfs/BOE-A-2020-11415.pdf

Este Real Decreto-ley modifica normativas de superior rango sin seguir los trámites establecidos amparando el uso de esta figura jurídica en “la imprevisibilidad, magnitud e impacto de esta crisis sanitaria”.

Así modifican la Ley 44/2003 de ordenación de las profesiones sanitarias, la Ley del estatuto Básico del Empleado Público, el Real Decreto1146/2006 que regula la relación laboral especial de residencia para la formación de especialistas en Ciencias de la Salud (MIR, por ejemplo), y el Real Decreto 459/2010 por el que se regulan las condiciones para el reconocimiento de efectos profesionales a títulos extranjeros de Especialista en Ciencias de la Salud.

En resumen regula, entre otras cosas, lo siguiente:

  1. Que personas con el grado, licenciatura o diplomatura correspondiente, puedan ser contratadas y realizar funciones propias de los especialistas en formación (MIR) en 2 supuestos: haber superado la nota de corte de las pruebas selectivas de formación sanitaria especializada en la convocatoria 2019/2020 sin que hayan obtenido plaza, y estar en posesión de un título de especialista sanitario no homologado, expedido en un país no perteneciente a la CEE. Y esto con contratos de 12 meses prorrogables por contratos sucesivos de 3 meses.
  2. Que se pueda movilizar al personal médico y enfermero dentro de la sanidad pública:
    1. El personal médico especialista de cualquier especialidad y enfermero hospitalario puede ser movido a otras  unidades asistenciales de cualquier otra especialidad dentro del mismo centro hospitalario. ¿Imaginan a un oftalmólogo, a un traumatólogo o a un radiólogo atendiendo a los pacientes ingresados por covid?
    2. El personal médico especialista y el de enfermería hospitalarios pueden ser adscritos a los centros de atención primaria para realizar funciones propias del médico de atención primaria. ¿Imaginan a un cirujano atendiendo un paciente con insuficiencia cardiaca o a un psiquiatra atendiendo a un paciente terminal oncológico o a un niño con diabetes? Y el colmo de los colmos,  ¿a un enfermero haciendo funciones de un médico especialista, de familia o pediatría?
    3. A los médicos y enfermeros de la Atención primaria los puede destinar a los hospitales de referencia o a los hospitales de campaña. Si bien es cierto que los médicos de familia y pediatras tenemos la formación más amplia de entre todos los especialistas y tenemos conocimientos bastante profundos de numerosas enfermedades, también es cierto que si los hospitales están colapsados por la pandemia es porque antes ha colapsado la atención primaria y continúa, luego es descabellado desplazar a este personal a los hospitales. También es descabellado desplazar a los médicos de atención primaria para hacer labores propias de hospitalización que no entra dentro de sus competencias a los hospitales de campaña habiendo personal hospitalario que pueda hacerlo, en cambio la norma no contempla que a estos se les puede desplazar a los de campaña. El ejemplo del caos que puede generarse con ello lo hemos visto en la atención primaria de Madrid y el uso de su personal para IFEMA.
  3. Se podrá desplazar personal médico o enfermero funcionario o laboral de otras administraciones públicas al sistema sanitario público dentro de la misma provincia.
  4. Todo ello dará derecho a las indemnizaciones por razón de servicio que fije la normativa vigente que, obviamente, no suelen contemplar estas situaciones porque jamás habían ocurrido hasta ahora. O sea, posiblemente será gratis.

Se justifica el uso de la figura legislativa Real Decreto-ley por vía urgente y extraordinaria, es decir, saltándose todos los trámites y preceptos legales, por “la imprevisibilidad, magnitud e impacto de esta crisis sanitaria” cuando la llegada de una segunda oleada estaba avisada y prevista con total seguridad, y posiblemente una tercera. El gobierno ha tenido 4 meses para trabajar y legislar con calma todo lo necesario para abordar esta segunda crisis con todas las garantía legales y jurídicas, oyendo a todos los interlocutores sociales.

Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Antequera, legislan de urgencia también que la participación en las pruebas selectivas para la formación especializada sea obligatoriamente por medios electrónicos, cuando quedan meses para la próxima convocatoria (acaba de finalizar la última el 25 de septiembre).

En definitiva: se han cargado de un plumazo la formación médica especializada permitiendo el intercambio de competencias entre cualquier especialidad,  permiten hasta que enfermeros realicen el trabajo de los médicos especialistas de la atención primaria en un claro intrusismo profesional, y facilitan desarbolar la Atención primaria en favor de los hospitales y hospitales de campaña cuando es el nivel sanitario básico y fundamental que garantiza la asistencia a TODOS los ciudadanos.

Este Real Decreto-Ley puede ser la muerte anunciada de la atención primaria y la sanidad pública.

Y lo más sangrante de todo es que hay miles de médicos especialistas y enfermeros en la Sanidad Privada a los que NO SE TOCA, como si la Pandemia no fuera cosa de TODOS y sólo la tuviéramos que frenar y sacar adelante con su sufrimiento quedándose sin atención del resto de las enfermedades no covid los ciudadanos más pobres y las clases medias (la mayoría) que no pueden pagarse un seguro privado.

Y todo esto legislado para 12 meses prorrogables por el Ministro de Sanidad por períodos sucesivos de hasta 3 meses.

Esperamos una respuesta contundente del resto de los partidos políticos, de sindicatos, de organizaciones profesionales y de la ciudadanía en pleno defendiendo la permanencia y la supervivencia de la Sanidad Pública y de la Atención Primaria. Desde Basta Ya nos sumamos a ella.

Constitución Española.  Artículo 86

1. En caso de extraordinaria y urgente necesidad, el Gobierno podrá dictar disposiciones legislativas provisionales que tomarán la forma de Decretos-leyes y que no podrán afectar al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y libertades de los ciudadanos regulados en el Título I, al régimen de las Comunidades Autónomas ni al Derecho electoral general.

2. Los Decretos-leyes deberán ser inmediatamente sometidos a debate y votación de totalidad al Congreso de los Diputados, convocado al efecto si no estuviere reunido, en el plazo de los treinta días siguientes a su promulgación. El Congreso habrá de pronunciarse expresamente dentro de dicho plazo sobre su convalidación o derogación, para lo cual el Reglamento establecerá un procedimiento especial y sumario.

Rueda de prensa sobre la situación de la Atención Primaria

El 69,5% de los facultativos encuestados en Andalucía por el Sindicato Médico de Málaga y Basta Ya afirma que la situación de la Atención Primaria es caótica

Más de la 25% de los médicos encuestados renuciarían a seguir trabajando en el SAS debido a la terrible situación en la que trabajan en la Atención Primaria, situación que se ha agravado con la pandemia Covid-19. El panorama actual es insostenible tanto para los sanitarios como para los propios pacientes

Los médicos, que se encuentran exhaustos y postergados, no se sienten valorados en su empleo ni en su profesión,  ni tampoco como personas, y demandan urgentemente RESPETO

Los médicos de familia de Andalucía ya no pueden más. Sus caras denotan que se han traspasado las líneas rojas de la permisividad laboral y de su capacidad de seguir afrontando en estas condiciones. Pese a que han intentado por activa y por pasiva levantar la voz para acercarle la dura y preocupante realidad que se está viviendo en los centros de Atención Primaria a la Administración andaluza y a la ciudadanía, que los medios de comunicación se hacen eco, y que algunos sindicatos y organizaciones como Basta Ya  hemos denunciado, no han conseguido que la Junta dote de más medios y de más personal a unos profesionales que ahora, más que nunca, ante la segunda oleada de Covid-19, y SIEMPRE, puedan afrontar una situación que es insostenible.

Las consecuencias de unos facultativos exhaustos y postergados, minusvalorados y sin medios, además de hartos de aguantar esta tomadura de pelo y este maltrato, recaen en la calidad de la asistencia al paciente, que también sufre esta desidia política en el sector sanitario. ¿Qué tiene que pasar para que la Consejería de Salud actúe? ¿Cuántas desgracias más tienen que pasar para que se deje de tratar a la Atención Primaria como la escoria del SAS? Las muertes aumentan sin cesar, antes pasaban desapercibidas en forma de goteo, ahora con el COVID son evidentes

La plataforma Basta Ya y el Sindicato Médico de Málaga han realizado recientemente una encuesta entre los facultativos de Andalucía con la intención de pulsar la opinión de los profesionales que realizan su labor en los centros de salud. Los datos hablan por sí solos: un 69,5% afirma que la situación de la Atención Primaria es caótica. Además, dadas las circunstancias, más de la mitad secundaría una huelga, en su mayoría indefinida a jornada completa, para denunciar el panorama actual.

Encuesta

  • ¿CÓMO CREES QUE ESTÁ ACTUALMENTE LA ATENCIÓN PRIMARIA? 

CAÓTICA 69,5% – MAL 25% – REGULAR 4,5%

  • ¿PARTICIPARÍAS CON LA AYUDA DEL SINDICATO MÉDICO EN DENUNCIAR DE FORMA GRUPAL TUS CONDICIONES DE TRABAJOEN LA UNIDAD DE PREVENCIÓN DE RIESGOS LABORALES DE TU DISTRITO O ÁREA?

SI 89,3% – NO 10,7%

  • ¿APOYARÍAS UNA HUELGA?

SI Y LA SECUNDARÍA 63,6%

SI, PERO NO LA PUEDO SECUNDAR 23,6%

NO 12,8%

  • ¿QUÉ TIPO DE HUELGA PREFIERES?

INDEFINIDA A JORNADA COMPLETA 44,7%  

INTERMITENTE A JORNADA COMPLETA 23,3%

INTERMITENTE A JORNADA PARCIAL – 11,8%

INDEFINIDA A JORNADA PARCIAL 8,4% – NO 19,8%

  • ¿ESTARÍAS DISPUESTO Y PODRÍAS RENUNCIAR A TU CONTRATO, PEDIRTE UNA EXCEDENCIA, O JUBILARTE ANTES SI SE DECIDE HACERLO DE FORMA CONJUNTA?

NO, PERO PODRÍA APOYARLA DE OTRAS FORMAS COMO DEJAR DE SER DOCENTE 59,6%

SI, 25,7% –  NO, Y NO LA APOYO 14,7%

  • EN EL MOMENTO ACTUAL ¿CREES QUE TIENES MEDIOS ADECUADOS Y SUFICIENTES DE PROTECCIÓN CONTRA EL COVID (EPIS, ORGANIZACIÓN DE LOS CIRCUITOS Y FILTROS ADECUADOS, TIEMPO PARA HACERLO BIEN Y NO COMETER ERRORES PELIGROSOS…)

INSUFICIENTES Y ESCASEAN FRECUENTEMENTE 51,1%

INSUFICIENTES Y ESCASEAN POR 34,4%

SI 14,5%

  • ¿CREES QUE EL SISTEMA RESPETA Y ASCIENDE TUS NECESIDADES COMO PERSONA, COMO PROFESIONAL,Y COMO TRABAJADOR?

NADA 60,7% – POCO 39% – MUCHO 0,3%

¿CREES QUE TU TRABAJO ESTÁ VALORADO Y RECONOCIDO POR QUIENES GOBIERNAN ACTUALMENTE Y SU ADMINISTRACIÓN?

NADA VALORADO 60,2%

POCO VALORADO 37,7%

BIEN VALORADO 2,1%

  • ¿ACEPTARÍAS REALIZAR MÁS TRABAJO VOLUNTARIAMENTE FUERA DE LA JORNADA ORDINARIA? ¿A QUÉ OPCIONES ESTARÍAS DISPUESTO?

COMO CONTINUIDAD ASISTENCIAL A 42 € LA HORA 52,7%

COMO PRAP A 35,7 € LA HORA EN MÓDULOS DE 4 HORAS 6,5%

COMO JORNADA COMPLEMENTARIA 3,7%

NO QUIERO PROLONGAR VOLUNTARIAMENTE MI JORNADA 46,8%

Atención Primaria saturada

La situación de la Atención Primaria en la provincia de Málaga está completamente saturada y con déficit de médicos. Las plantillas no están dimensionadas para la población que atiende, en comparación al resto de provincias andaluzas y eso que éstas tampoco, y ahora con la pandemia hay que solucionarlo de una vez por todas, ya que, si no se hace, va a ocasionar graves problemas sanitarios. Es imprescindible la creación de las plazas necesarias urgentemente.

Asimismo, los médicos demandan que los contratos sean más largos y que se renueven los que se han hecho a los eventuales para cubrir las vacaciones, y permanezcan en su puesto laboral al menos durante un año. Cumplir el Estatuto Marco: una vacante se cubre con una interinidad, una baja con una sustitución. Que se acabe de una vez el abuso de las eventualidades. Sería una solución para atajar el problema debido a la falta de profesionales para hacer frente al otoño, que se presenta difícil ante las previsiones de aumentos de casos de Covid-19, además de la epidemia de gripe, resfriados y demás enfermedades respiratorias que se esperan como cada año en estas fechas. Por estos motivos, no se puede dejar finalizar los contratos de los facultativos que actualmente están en activo porque se irán y más adelante tendremos serios problemas para encontrar personal.

Por otro lado, es necesario la desburocratización del trabajo del profesional, ya que ejerce muchas labores que no les corresponden hacer y si se les quita los temas administrativos que jamás debieran haber asumido, tendrán más tiempo disponible para atender a los pacientes en aquellos procesos que son de su exclusiva competencia. Tener a un médico haciendo este tipo de trabajo es un despilfarro en dinero y una irreparable pérdida del recurso necesario para atender lo más grave y lo más importante: la salud y la enfermedad.

Con la información que el Sindicato Médico de Málaga (SMM) maneja, actualmente no satisface las expectativas de soluciones urgentísimas que esperan los médicos o facultativos de primaria y tampoco tienen un calendario de aplicación de esas medidas que quiere tomar la Consejería de Salud.

Aunque desde el SAS se está haciendo un esfuerzo, hay que poner en marcha un proyecto para poder frenar la pandemia desde la Atención Primaria y dado que esta área es la primera e imprescindible barrera para frenarla, si no tiene medios ni personal suficiente, la pandemia volverá a saturar plantas hospitalarias y UCI. Ya lo está haciendo. Para ello hay que dotar de medios profesionales, materiales, diagnósticos y de protección para que no pase lo que ocurrió en la primera oleada. Poner a la Atención Primaria en la base y en el centro del sistema, que nunca se ha hecho, y es fundamental e imprescindible para poder llevar la asistencia sanitaria a toda la población con garantías de calidad.

Desde el SMM y Basta Ya denunciamos la campaña que se está haciendo desde diversos ámbitos para hacer creer que los centros de salud están cerrados. Cualquiera puede venir y comprobar que no es así, sólo se han aplicado las necesarias medidas de seguridad para proteger a la población que acude presencialmente, y a los profesionales. No hacerlo sería una negligencia imperdonable y de consecuencias terribles en las actuales circunstancias. La prioridad de acceso telefónica, siendo una medida que facilita y aumenta la capacidad para atender a más pacientes, está mal diseñada porque ha convertido a los médicos en el filtro exclusivo de ellos mismos, y, por tanto, en telefonistas. Urge realizar los cambios pertinentes para que el facultativo tenga tiempo para hacer su trabajo y no el de otros, y reciba el adecuado apoyo de personal administrativo. La consulta telefónica precisa de cierta regulación, medios materiales, apoyo administrativo y que se corrijan los problemas que han ido poniéndose en evidencia tras su implantación. La puerta de entrada del sistema sanitario debe ser la Atención Primaria, el centro de salud, no un médico a través del teléfono. Hay un inmenso campo de mejora y cambios que se precisan urgentes.

Ahora más que nunca necesitamos a los médicos libres de trabajo inútil y la solución nunca debe pasar por aumentar citas de forma indiscriminada y cuyo contenido en gran parte no es médico, sobrecargando a los facultativos de una forma totalmente insensata.

La Consejería de Salud no puede pretender pagar horas de trabajo extra, que hoy en día son necesarias, por debajo en la cuantía de cómo se paga en hospitales y agencias sanitarias. Una deuda que tiene pendiente la Consejería con los profesionales de primaria desde 2006 es aplicar las continuidades asistenciales en esta área sanitaria, en igualdad de trato con los hospitales, y abonar con igualdad el FRP, un complemento que retribuye Responsabilidad y Penosidad del trabajo, ahora cobran menos que un celador, un pinche o un jardinero del SAS, con todos los respetos que merecen todas las profesiones.

No podemos olvidar a los profesionales de los Servicios de Urgencias de Atención Primaria (SUAP), que dan cobertura las 24 horas del día durante todo el año a la población malagueña. Los cuáles también se encuentran saturados de trabajo y con unas condiciones laborales que no se revisan desde hace más de 13 años, a pesar de que se lleva solicitando por parte del Sindicato Médico Andaluz (SMA) en la mesa sectorial que se reúna la Mesa Técnica de Urgencias Extrahospitalarias, obteniendo desde hace años el silencio como respuesta.

Igualmente, la situación es particularmente grave en el área de Pediatría. La falta de pediatras en primaria no es coyuntural, pues lleva años afectando a nuestro sistema y no deja de agravarse, pediatras hay pero trabajan en la sanidad privada o en los Hospitales, donde pagan mucho mejor. En este contexto, la vuelta a las aulas, con el previsible contagio de algunos menores y la preocupación de sus padres, provocará tensiones y empeorará la sobrecarga de los facultativos debido al previsible aumento de casos con todo el ingente trabajo que ello genera, más todos los problemas derivados de bajas y de dudas y certificados solicitados con la intención de eludir la escolarización o cuidar a los menores aislados, situación que ya está generando un aumento de las peticiones de citas.

Málaga, 18 de septiembre de 2020

Los vídeos los subiremos al canal YouTube de Basta Ya Málaga.

Alerta Máxima: la Atención Primaria está que arde

Los médicos de Atención Primaria (AP) integrados en Basta Ya creemos que ha llegado el momento de evaluar la implicación y el cumplimiento del actual gobierno en los cambios urgentes que precisaba el sistema sanitario público andaluz, y concretamente en la AP, comprometidos repetidamente en la campaña y el programa electoral.

A priori, aunque el discurso parece seguir siendo el mismo, la realidad es otra y los hechos ponen de manifiesto que se está quedando en un mero discurso:

  1. El dimensionamiento adecuado de las plantillas era urgente en numerosos puntos de Andalucía, sin embargo, ni siquiera siendo imprescindible estando en pandemia se ha trabajado ni invertido en ello durante este año.
  • En una situación de carencia de profesionales, no se ha rediseñado el sistema sanitario para poder atender lo más importante sino para atender cuanto más mejor. Se sigue intentando ofrecer a la población citas infinitas con su médico de AP de forma prioritaria (y no con otros profesionales) con un tiempo adjudicado miserable, situación que además se ha traspuesto a la consulta telefónica.
  • La falta de previsión en la contratación de rastreadores y la decisión de cargar esta labor sobre los médicos sobretodo, y los enfermeros de la AP ha supuesto tal carga que los profesionales estamos estallando, cuando aún no nos habíamos recuperado de las terribles circunstancias que hemos padecido durante la primera oleada de la pandemia, también en la AP.
  • La organización de la citación de los centros gira en torno a Salud Responde, un call center y una aplicación informática, que mejora la comodidad en el acceso pero que prioriza esto sobre la capacidad de atender y de cómo se presta esa atención sanitaria, que es el fin último del sistema sanitario y su única razón de existir. La adjudicación de citas para el médico por este sistema nos impide priorizar y organizar adecuadamente nuestro trabajo, lo cual ahora es imprescindible. El actual sistema de citación es irracional y no sirve.
  • El resultado ya se está viendo: demoras intolerables para acceder al médico de AP sea cual sea la gravedad y la necesidad. Y cuando se da la atención se presta en numerosos centrosen unas condiciones infames de falta de tiempo, falta de apoyo por parte de otros profesionales y con un estrés sin fin, doblando cupos y con múltiples citas insertadas, un cáncer para nuestro trabajo y para nosotros.  
  • No se ha hecho un esfuerzo suficiente por explicar a la población cómo acceder a los servicios sanitarios. La población clama por la AP porque es lo único que realmente ha perdido la ciudadanía, los hospitales eran ya casi inaccesibles y lo siguen siendo, salvo las urgencias, que por ello en parte están a rebosar. Los pacientes, más perdidos que nunca, buscan a su médico de AP para que les dé soluciones a los problemas debidos a esta inaccesibilidad, sin saber que no está en nuestra mano resolverlos y que satura la AP en un momento en que hacer esto es un suicidio colectivo.

Es perentorio abrir cauces de comunicación entre los hospitales y la ciudadanía que les informen de por dónde va su cita o su prueba diagnóstica y comuniquen al hospital correspondiente las necesidades que detecten para resolverlas. ¿Por qué no usan Salud Responde para ello en vez de dar las citas del médico de AP?

  • La participación de los profesionales en el sistema ha quedado en buenas intenciones que no tienen reflejo en la realidad. El gobierno anterior nos ninguneaba y despreciaba sistemáticamente, en cambio ahora nos suelen recibir dentro del ámbito de la Sanidad (cuando eran oposición nos recibía el mismísimo Juanma Moreno), suelen dedicarnos buenas palabras y aceptar nuestra colaboración. Sin embargo, salvo en contadas ocasiones, siguen sin escuchar nuestras peticiones, y si las escuchan no se traducen en los necesarios cambios. Ni siquiera podemos decidir sobre nuestra propia agenda de trabajo.
  • Incluso empezamos a ver cómo los cambios se alejan de lo prometido cada vez más. Volvemos a tener agendas de 40, 50, 80 y más pacientes para 7 horas, y ofertas para atender 35-40 más en otras 4 horas más.

Humillante, vergonzoso, canallesco…nos faltan adjetivos.

NO hay excusa para este trato.

Esto es un ejemplo de nuestra falta de participación en la gestión de la mayoría de los Distritos y Áreas, es obvio que jamás aceptaríamos esas agendas voluntariamente, también de la ausencia de democracia en los equipos.

No se ha dado cumplimiento a que los directores sean médicos elegidos por y entre los profesionales de los centros, que tengan que rendir cuentas de su liderazgo o de la falta de él ante los compañeros, que podamos elegir a los mejores. Una situación que está prolongando la ineficacia, la explotación y nos mantiene sumisos.

El nuevo gobierno, como el anterior, sigue optando por la cantidad en vez de por la calidad, por atender todo hasta los caprichos y las banalidades en vez de destinar los finitos recursos a resolver lo verdaderamente importante y que puede afectar a la salud y a la vida de las personas. Sigue dando respuesta a la parte de población que usa irracionalmente los servicios sanitarios frente  a la mayoría razonable que colabora y no alza la voz ante esta situación demencial, los que quieren otro tipo de atención, priorizada, razonable y humana. Así fue cómo perdieron el gobierno los anteriores, porque ignoraron a la mayoría silenciosa pero que gestiona la mayoría de los votos. No tiene razón el que más grita y tampoco su voto vale más.

Sentimos que dentro de este gobierno hay quienes están abandonado a la AP y a los profesionales de ella a su suerte, y por tanto, a la población a la que atendemos, que es prácticamente toda.

Los médicos de Basta Ya no vamos a permanecer callados. De hecho ahora mismo nos hayamos en proceso de decidir si retomamos las movilizaciones en el punto en que las dejamos con el anterior gobierno, para lo cual nuevamente recabaremos todos los apoyos que compartan nuestras premisas y que quieran acompañarnos.

Es URGENTE que el gobierno actual solucione los problemas de una AP insuficientemente presupuestada y sometida a una presión intolerable por la pandemia y por la pésima gestión realizada en su mayoría desde la Dirección General de Asistencia Sanitaria.

¿Qué tal una Dirección General de Atención Primaria liderada por personas que realmente sepan lo que se traen entre manos? Sería una forma de darle el valor a la AP que necesita, siempre ahogada entre las candilejas de los Hospitales (que por cierto tienen dos subdirecciones completas para su gestión) y relegada a un último lugar.

Solucionar la AP es perentorio si queremos convivir con la pandemia y salvar y cuidar vidas al tiempo que a nuestra maltrecha economía.

Es IMPRESCINDIBLE hacerlo AHORA, no hay más tiempo.

¡Albricias! ¿Albricias?

Exclamación de satisfacción o interrogante. ¿Cómo exponer la sensación que desde el pasado viernes tenemos los médicos de Atención Primaria de toda Andalucía tras conocer las medidas que nuestra Consejería ha publicado en aras de mejorar nuestras condiciones laborales y retributivas?

 A primera vista, desde luego nos felicitamos al comprobar que esta Consejería se esfuerza en cumplir las promesas que realizó a nuestro colectivo al comenzar su mandato ( antes en campaña electoral) y se comienza a avanzar en temas tan sensibles como la equiparación salarial (aun lentamente, muy lentamente) o se desandan viejos caminos de inequidad e injusticia como suponía el complemento de exclusividad. Es por ello que, a priori, junto con las otras nuevas medidas adoptadas en esta última mesa sectorial (como las que intentan recompensar el esfuerzo realizado durante la pandemia por los sanitarios, la normalización de la nómina atrasada de los interinos o reconocer los horarios más penosos) , nos felicitamos y reconocemos una voluntad real de cambio en la gestión de la sanidad por parte de este gobierno.

Sin embargo, una vez pasada la primera impresión, enseguida surgen las preguntas: ¿A este ritmo vamos a conseguir la equiparación salarial? ¿A este ritmo vamos a lograr frenar la fuga de médicos? ¿Con “aguinaldos” podemos mantener el sobreesfuerzo y agotamiento “estructural” que soportan las plantillas de Atención Primaria, incluso al margen de crisis sanitarias? Y lo que como Basta Ya nos preocupa quizá aun más: ¿Dónde se encuentra entre estas medidas la apuesta real por reforzar la Atención Primaria?

El  complemento de exclusividad era un claro elemento discriminatorio que sufrían los médicos que con igual jornada y responsabilidad eran penalizadas sus nóminas en 850€ si en su tiempo libre ejercían cualquier otro trabajo, ese trato no lo ha recibido otros profesionales, ni siquiera los enfermeros. Esto ha sido causa de una discriminación y merma tal en las retribuciones que ha empujado a muchos médicos a abandonar la sanidad pública. Esta medida además hace más atractiva la vuelta de muchos médicos que se fueron, tenemos escasez y los necesitamos trabajando con nosotros.

Nos entristece enormemente que desde la Consejería se haya decidido mantener por ahora otra enorme discriminación. En los hospitales el exceso de trabajo que la escasez de plantilla o de recursos estructurales no absorbe se resuelve ofreciendo trabajar más horario por las tardes pagando un complemento llamado Continuidad Asistencial. En Atención Primaria el trabajo que nos rebosa porque las plantillas están infradimensionadas y/o porque sistemáticamente hay ausencias no cubiertas se resuelve incrementando el número de citas en el mismo horario, reduciendo el tiempo por paciente, y eliminando o reduciendo actividades imprescindibles y de gran valor para la población (la formación de los profesionales, la docencia de los MIR, la atención domiciliaria, las actividades comunitarias, la investigación…). Las consecuencias las pagamos los profesionales, que estamos extenuados y nos sentimos hondamente maltratados; y los pacientes, que corren el riesgo de sufrir los errores que en mayor grado comete un médico que se encuentra en ese estado, que se queda sin referente porque cada día le atiende un médico o enfermero diferente rompiendo la imprescindible continuidad de la atención, y que sufren esperas a veces dañinas porque por más que se prensen o se inserten citas el tiempo no da para más.

Apostar por la Atención Primaria no puede quedarse en un discurso bonito, cuando descendemos a los hechos comprobamos que hay un trasfondo de minusvaloración y de desconocimiento de los contenidos y la importancia de nuestro trabajo. Cada consulta, telefónica o presencial, lleva implícita poner al servicio del que consulta un conocimiento científico enorme y encajarlo en la integridad y necesidades de esa persona. El que quiera que venga y lo haga con la pericia y con los resultados con que lo hacemos nosotros (sin negar que hay áreas de mejora). Estamos hartos de que muchos nos resten valor, y que ello además repercuta en nuestra salud, en el salario, en el necesario mantenimiento de nuestra vocación y en la atención y salud de nuestros pacientes.

La inequidad de inversión en la Atención primaria frente a la Hospitalaria está en la base de esta discriminación y en el trato que sufrimos los profesionales, es obvio que se financia mejor aquello a lo que se le da más importancia. Y esto es un enorme error que se repite insistentemente en nuestro país y en Andalucía a pesar de que TODOS LOS POLÍTICOS de todas las ideologías están ya de acuerdo en que es IMPRESCINDIBLE reforzar la Atención Primaria avanzado hacia el 20% del presupuesto de sanidad prometido para esta legislatura (con el objetivo del 25%). Un error aún más inexplicable en la situación actual de pandemia donde la Atención primaria es la encargada de detectar, diagnosticar y aislar los casos de COVID 19, a los contactos y frenar así el contagio. Y si fallamos en eso porque estamos desbordados, cansados y faltos de recursos, tendrá consecuencias graves , porque no dudamos de que eso influirá y mucho en que haya una segunda oleada o sea mayor de lo que pudiera prevenirse. Lo pagaremos en los hospitales, en la salud y la vida de muchos, y en nuestra ya maltrecha economía.

La actual crisis por la pandemia de la Covid-19 ha acelerado ciertos cambios en nuestro nivel asistencial que han puesto de manifiesto los jirones que tenía en sus costuras. Algunos de ellos han sido obligados en busca de la imprescindible seguridad ante los contagios y con ellos hemos descubierto que, no solo eran necesarios, sino que, se puede decir ya, es imprescindible se mantengan, tanto por seguridad de los pacientes y profesionales (no solo ante la Covid) como en busca de una atención de mayor calidad que la que se venía prestando, más ágil y eficiente.

Entre estos cambios teníamos ya conocimiento previo a la pandemia de la idea de nuestra Consejería de implementar medidas que la pandemia ha acelerado:

La atención telefónica, que se ha desarrollado permitiendo un control y seguimiento de pacientes incluso en los momentos más duros de la pandemia.

El triage por parte de enfermería para la valoración de patologías agudas, redireccionando correctamente y con seguridad a los pacientes hacia el profesional, el momento y el lugar más adecuados, descongestionando consultas y mejorando la atención.

Desburocratización de las consultas, con el refuerzo que para ello está suponiendo la colaboración con las Unidades de Atención al Ciudadano (nuestros administrativos, la UVMI, la coordinación con los hospitales, …).

Y como no, el disponer de unas agendas razonables tanto en tiempo de consulta para los pacientes como para otras funciones tan importantes en Atención primaria como son la asistencia domiciliaria, la labor comunitaria o la formación e investigación. Nos es grato oír desde voces autorizadas de la Consejería como se nos prometen, ya sí a corto plazo, límite de un total de 30 pacientes al día, con al menos 10 minutos en las agendas y huecos para el resto de funciones señaladas. Queremos verlo y el momento es ya.

Este tipo de medidas, demostrada su efectividad, han de desarrollarse y posicionarse adecuada y definitivamente pues son parte, desde nuestro punto de vista, de las mejoras en un modelo de apuesta real por mejorar la Atención Primaria.

Por último, confiamos también en que sean resueltos ya los concursos de traslados y OPEs pendientes para poder ir normalizando las plantillas así como regularizando los puestos de dirección y cargos intermedios de acuerdo a la doctrina manifestada en los tribunales y para que se homogeneicen las directrices de la Consejería en todo el territorio andaluz.

Que la Atención Primaria deje de ser una especialidad “de difícil cobertura”.

¿Esperanza?¡Esperanza! Ya le toca a Primaria. Continuará…

Luces y sombras de la consulta telefónica

La consulta telefónica no es nada nuevo.  Profesionales y pacientes ya utilizábamos ese medio para comunicarnos con determinados fines para los que es muy útil, aunque lo hacíamos a iniciativa propia y de forma poco reglada.

El año pasado el Servicio Andaluz de Salud puso como objetivo la puesta en marcha de la consulta telefónica en los centros de salud. Un loable intento que quedó en casi nada ya que falló la planificación, organización, discusión, participación, acuerdo de los profesionales, y los recursos sobretodo de tiempo real  en agenda para esta actividad. 

Llegó el Coronavirus y con él una enfermedad nueva  que se transmite rápidamente a la población, a la facilidad del contagio se añade que puede manifestarse de forma grave ocasionando la muerte en un porcentaje nada desdeñable de personas. El confinamiento ha frenado la diseminación indiscriminada del virus disminuyendo su presencia entre nosotros, pero no lo ha extinguido. Seguimos en estado de Pandemia y en riesgo de que en cualquier momento la situación pueda salir de nuestro control porque la población no siga bien las medidas de prevención (fundamentalmente el distanciamiento social y uso de mascarilla), porque importemos demasiados casos de otros países o porque la Atención Primaria sea insuficiente para detectar, diagnosticar y controlar la mayoría de los casos (todos es imposible al haber casos asintomáticos) y a sus contactos.

Los centros sanitarios han demostrado sobradamente ser un lugar donde se producen contagios debido a la presencia de un mayor número de personas enfermas por COVID y por las aglomeraciones de personas en nuestras salas de espera siempre llenas. Otros enfermos y los profesionales hemos sido víctimas de la enfermedad al tiempo que vectores de contagio para otros profesionales y para los pacientes a quienes atendíamos. Los numerosos focos detectados en los centros sanitarios y el  gran número de profesionales sanitarios contagiados (doble que en la población general), enfermos e incluso fallecidos así lo demuestran.  

En este contexto los centros sanitarios han puesto en marcha muchas medidas para minimizar el riesgo de contagio en ellos, entre ellas identificar a profesionales contagiosos para retirarlos temporalmente de la asistencia, poner circuitos diferenciados para atender los posibles enfermos de COVID con más medidas de protección para los profesionales  y para que no compartan espacios físicos con otros pacientes, indicar el uso de mascarilla y el lavado de manos para acceder a los centros y  reducir los desplazamientos innecesarios de los pacientes a los centros sanitarios, un ejemplo de esto es la generalización de la consulta telefónica.

La consulta telefónica es un recurso  para garantizar más asistencia sin riesgo para pacientes y profesionales. La seguridad para todos es una prioridad  absoluta durante la pandemia hasta que tengamos una vacuna eficaz para proteger a las personas de riesgo. Ahora la consulta telefónica ha adquirido un lugar muy importante en nuestro trabajo, sin embargo, en la actual coyuntura y con la experiencia que ya tenemos, es oportuno reflexionar acerca de sus ventajas (luces) e inconvenientes (sombras).

LAS LUCES:

La consulta telefónica ha demostrado ser muy eficaz y útil para lo siguiente:

  • Asegurar y aumentar la accesibilidad de la población de forma segura a sus profesionales sanitarios, durante la situación de confinamiento y tras ella.
  • La detección rápida y el diagnóstico de posibles enfermos con COVID, indicación del tratamiento y realización del seguimiento, sopesando si en algún momento necesitan una evaluación presencial o presentan un empeoramiento que requiriera una intervención inmediata en domicilio u hospitalaria.
  • La identificación, aislamiento, diagnóstico y seguimiento de los convivientes y contactos estrechos de los pacientes con COVID, fundamental para la contención de la pandemia.
  • Resolver procesos de enfermedad agudos, recidivas de procesos ya conocidos que pueden no requerir una nueva exploración y aquellos con síntomas claros que dejan poca duda al diagnóstico. Todo ello con la necesidad de ampliar la información verbal que nos puede facilitar el paciente y a dedicar más tiempo para instruirlo sobre cómo cuidarse, y detectar los signos de alarma y/o de cuándo volver a consultar.
  • Atender las complejas situaciones de índole psicosocial que el confinamiento, la soledad, el miedo o la pérdida de seres queridos, empleo o ingresos, ha hecho emerger o empeorar y donde la palabra, el acompañamiento, el ajuste farmacológico o la movilización de recursos sociales han sido la base de la intervención.
  • El seguimiento de enfermos crónicos: la atención a reagudizaciones de situaciones clínicas con indicaciones sobre intervenciones no farmacológicas y/o el ajuste de tratamiento prescrito.
  • La renovación de prescripciones farmacológicas.
  • La comunicación de resultados de pruebas diagnósticas realizadas.
  • El intercambio de información entre el profesional y el paciente al activar otros medios de comunicación (aplicación MERCURIO, por mail…) que ha permitido recibir y enviar fotos, informes,.. evitando acudir presencialmente al centro de salud.
  • La resolución de dudas y preguntas de los pacientes  y las familias sobre determinados aspectos de la salud y las situaciones generadas por la pandemia y sus consecuencias.
  • La identificación de los pacientes que necesariamente tienen que desplazarse hasta el centro de salud para ser evaluados presencialmente (o nosotros desplazarnos al domicilio si están imposibilitados para ello) y el acuerdo mutuo de una cita adecuada. El tiempo lo adjudica el profesional de una forma bastante aproximada a la necesidad planteada según criterios clínicos y el paciente es atendido con una espera adecuada a la gravedad o malestar que presenta. Cuidamos que los horarios aseguren salas de espera sin acumulaciones de personas y por fin tenemos en muchos centros al menos 10 minutos por paciente. Además se reduce la demora para la cita presencial que es realmente necesaria, evitando la espera para la resolución del problema del paciente.

La consulta telefónica es más eficaz y genera menos incertidumbre y más satisfacción cuanto mayor es la confianza en el profesional que te atiende y cuanto mayor es el conocimiento que el profesional tiene de ese paciente, por lo que sigue siendo fundamental la continuidad asistencial. Aquí el tiempo que el profesional lleve en ese cupo sigue siendo un hecho que indiscutiblemente aumenta el valor de la atención prestada y la certeza diagnóstica.

LAS SOMBRAS:

La consulta telefónica pierde mucho valor si no funciona adecuadamente.

El acceso de la población a la consulta telefónica no funciona de forma ágil debido a la falta de líneas telefónicas y de profesionales para atenderlas en la mayoría de los centros, así como por las dificultades de uso de la plataforma y teléfono centralizado de Salud Responde para obtener la cita. Esto genera incertidumbre en los pacientes que quedan en espera de obtener cita.

Una vez obtenida la cita, el contacto entre el profesional y el paciente queda también supeditado a la posibilidad del contacto telefónico desde el centro de salud con líneas sobrecargadas, lo que obliga en muchas ocasiones al profesional a utilizar su propio teléfono, a que el paciente pueda responder en ese momento, a circunstancias como teléfonos incorrectos o inexistentes en la historia clínica, o a que el paciente que no escucha la llamada o no puede atenderla, o casos de pacientes que desconfían de llamadas con número oculto, y a llamadas que pueden no ser coincidentes con la hora de la cita solicitada debido a que es probable que el profesional no ha podido resolver las citas anteriores en el tiempo planificado en la agenda para cita telefónica (entre 5 y 7 minutos).

Suele ser habitual la programación de agendas con muchas citas y poco tiempo de forma indiscriminada, en un afán de suplir la falta de recursos con la reducción del tiempo por paciente y la sobrecarga de los profesionales

La consulta telefónica también es poco eficiente si se consulta por motivos que no corresponden al profesional para el que se ha cogido la cita.  En particular a los médicos nos consultan multitud de cosas como  citas y actuaciones del hospital, de la cartera de servicios del centro de salud, de trámites administrativos, de tareas que son competencia del servicio de atención al usuario, de enfermería, o trabajo social,…

Finalmente, la consulta telefónica reduce la interacción profesional-paciente sobre todo en determinados motivos de consulta pero esto, aunque afecta a la relación clínica, no tiene que significar una pérdida de la confianza necesaria si se sigue actuando por ambas partes con el interés en mantener una comunicación efectiva.

NUESTRAS PROPUESTAS:

  1. Filtrar las citas de la consulta presencial ha resultado muy eficaz, ahora su contenido es siempre oportuno y con alto valor clínico y en términos de salud y de satisfacción para el paciente y para el profesional, y con menos demora en la atención. Nuestra propuesta es ampliar el filtro a las consultas telefónicas, correspondiendo este papel al personal administrativo de los Servicios de Atención al Ciudadano (SAC) de cada centro de salud. Son estos profesionales los encargados de resolver todas las dudas y trámites administrativos, devolver al hospital lo que es suyo orientando al paciente sobre cómo hacerlo, además conocen cómo funciona cada centro  y pueden canalizar la cita del resto de peticiones al profesional más idóneo,  e incluso informar al profesional sobre los contenidos de la demanda para priorizarlos adecuadamente, de forma que lo más urgente e importante siempre se atienda en tiempos apropiados (en términos de espera y de dedicación) y nunca quede sin una respuesta idónea.

Las citas telefónicas ofertadas en Salud Responde (teléfono, internet o app) podrían ser citas para el centro de salud, no para el médico de familia, pediatra o enfermera. Los administrativos serían los encargados de llamar a esas personas, resolver lo que le compete, y el resto dirigirlo al recurso y profesional más idóneo para que sea atendido en un tiempo razonable según la naturaleza de la demanda, de forma telefónica o presencial, y si la situación le presenta dudas, tras consultar al  profesional correspondiente.

Dimensionar adecuadamente los Servicios de Atención al Usuario de cada centro para que puedan asumir esas funciones sería ineludible. El objetivo final debe ser personalizar al máximo la atención de forma que cada administrativo sea el referente de varios cupos de pacientes (administrativo de UAF), y sea el que haga de enlace entre los pacientes y su médico y enfermero, así su conocimiento de los pacientes y de la organización del trabajo de esos clínicos ayudará a humanizar y priorizar la asistencia, y la comunicación fluida entre todos la hará posible con mayor calidad.

2. Proponemos también redistribuir las tareas entre médicos y enfermeros con un mismo cupo de población asignado. Es imprescindible que enfermería atienda a TODA la población, a la población sana y enferma,  joven y anciana, en el centro y en el domicilio, en procesos crónicos y también agudos, en la prevención, el acompañamiento y el tratamiento, y por supuesto, a los niños, y resuelva todos los procesos que puedan ser de su competencia, y el resto los oriente y comparta con el médico u otros profesionales,

3. Ampliar Líneas telefónicas y correo electrónico con suficiente capacidad.

4. Ampliar y aumentar la accesibilidad de la atención de los Servicios de Atención al Usuario de los hospitales. Creemos imprescindible la creación de líneas telefónicas y correos corporativos específicos en los hospitales para canalizar todas las dudas y problemas relacionados con sus citas y con su actividad asistencial y accesibles directamente a los pacientes, que sean notoriamente públicos y adonde derivar desde Salud Responde y Atención Primaria todo lo que sea competencia de ese nivel asistencial.

4. Informar a la ciudadanía de por qué y cómo funcionamos ahora en el sistema sanitario público andaluz. La desinformación aumenta la creencia de que  no queremos atender presencialmente a los pacientes o de que los centros de salud “estamos cerrados”. Entender es necesario para conocer, para usar bien los servicios sanitarios, y así se facilitaría que los profesionales podamos llegar a todo lo importante y podamos al tiempo mantener bajo control la transmisión del virus.

5. El resto de nuestras propuestas ya son conocidas, pero no por ello menos importantes, todo lo contrario, ahora son urgentes.

  • Es imprescindible ampliar las plantillas de los equipos de salud de atención primaria y dimensionarlas con respecto a la realidad de nuestro trabajo y de la coyuntura actual y venidera, teniendo en cuenta la atención a los centros sociosanitarios en ese planteamiento.
  • Es urgente fidelizar las plantillas para garantizar la continuidad de la atención: resolución de oposiciones y traslados, y contratos interinos y de larga duración. El reconocimiento mediante  salarios justos también es necesario y ayudaría a evitar el abandono del sistema sanitario público y la emigración de los tan necesarios profesionales.

Estas medidas requerirían la dotación de un presupuesto adecuado para la Sanidad Pública destinado a facilitar los medios para realizar una asistencia sanitaria de calidad, en especial para la Atención Primaria.

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