RUEDA DE PRENSA MÁLAGA 13 DE OCTUBRE 2021
LOS MÉDICOS DE PRIMARIA NO PODEMOS MÁS
FOTOS DE LAS CONCENTRACIONES
Todos sabemos el déficit presupuestario que padece la Atención Primaria desde hace décadas. Hay un discurso muy bonito sobre lo que es o debiera ser la Atención Primaria de Salud. Y una realidad muy distinta plagada de una falta crónica de recursos y multitud de situaciones de abuso sobre los profesionales que trabajamos en ella, que sobre todo son ejercidas sobre los médicos; somos los que llevamos la mayor carga de la responsabilidad, de la atención clínica y de la exigencia. Todo ello, a su vez, ocasiona unos daños en muchos casos irreparables en los que reciben el servicio, los ciudadanos, y en los que lo damos, los profesionales.
Hay una enorme responsabilidad política en esta situación.
En los que han gobernado antes, porque tuvieron la oportunidad de hacer la reforma de la Atención Primaria y la hicieron a medias, en los últimos años incluso retrocedimos. Y porque ahora se dedican a aumentar la crispación.
En los que ahora gobiernan si no ponen con urgencia todo el esfuerzo posible y el dinero necesario para solucionar esta situación. No les negamos el mérito de organizar la atención a la pandemia cuando el sistema sanitario no estaba preparado para ello, ninguno lo estaba; pero algunas decisiones políticas y de gestión que han tomado hasta ahora y otras que no han tomado, han hecho bastante daño a la Atención Primaria y a los profesionales.
DE DÓNDE VENIMOS EN LA ATENCIÓN PRIMARIA:
Teníamos una Atención Primaria débil con escaso reconocimiento social, sin presupuesto suficiente, con déficit de plantillas, con déficits de infraestructuras, con un acceso a pruebas diagnósticas mínimo, con una organización del trabajo confusa donde el médico apenas tenía apoyo y estaba permanentemente sobrecargado, con una precariedad laboral enorme, bajos sueldos, mala coordinación entre niveles asistenciales…
- Los servicios de tecnología diagnóstica están ubicados en los hospitales, pertenecen funcional y presupuestariamente a ellos, y funcionan al servicio casi exclusivo de las especialidades médicas hospitalarias. El poder en la Medicina lo da fundamentalmente la aplicación de un tratamiento que cure o palie los síntomas. Quienes no tenemos acceso al diagnóstico no tenemos poder ni prestigio aunque tengamos los conocimientos necesarios y suficientes para ello.
- Existe un importante desconocimiento social sobre las especialidades médicas de la Atención Primaria. Se nos sigue confundiendo con el médico general de antes, el que trabajaba en los ambulatorios tras acabar la universidad, donde se solía atender a los pacientes a destajo y con a veces poca ciencia, con mucha receta y mucha derivación al hospital , que es “donde saben ” y pueden diagnosticar.
- Otro “caramelo” para la ciudadanía fue la “Demora Cero” que consistía en que el médico te atendía en el día si así lo solicitabas, como en los antiguos ambulatorios. Daba igual si realmente era necesaria esa premura, si era una banalidad, si no era un problema médico o si era un problema generado por un mal funcionamiento proveniente del hospital. Era una “barra libre”: lo que quieras y cuando quieras que el médico de primaria te lo soluciona y lo aguanta todo. Además se premió su cumplimiento con dinero, sobre todo a los directivos.
- Había un déficit de plantillas médicas, muchos centros nacieron ya recortados, y no crecieron. La solución fue aumentar el número de citas y disminuir el tiempo de cada una. Así comenzó un abuso sobre el médico quien cada vez tenía más trabajo. Nos llenaron además de tareas que no eran nuestras y cada vez nos era más difícil hacerlo bien.
- Ignoraron que los médicos de familia y pediatras nos formamos y trabajamos como los especialistas hospitalarios, también hacemos un MIR de 4 años. Los especialistas en primaria tenemos un campo de conocimiento y de actuación propio enorme e importantísimo sobre el individuo, la familia y la comunidad; a lo largo del tiempo, de forma integral y atendiendo a toda la población. Facilitamos que los más desfavorecidos y vulnerables tengan acceso a una buena atención sanitaria, y evitamos que los más pudientes caigan en la iatrogenia derivada de acceder de forma directa a superespecialistas y a un exceso de pruebas diagnósticas y hallazgos irrelevantes en una espiral sin fin saltando de una especialidad a otra.
- Se pretendía pasar de una atención centrada en el trabajo del médico a un equipo multidisciplinar con equipos de médico y enfermera que colaboraban para atender a una población determinada con apoyo de trabajadoras sociales, auxiliares de clínica y auxiliares administrativos fundamentalmente. Empezamos a hacer además atención comunitaria, formación, docencia e investigación. Se sustituían todas las ausencias. Casi todo se perdió.
- Cambiaron el apoyo en la consulta por un ordenador como si éste pudiera hacer todas las funciones de una persona. Las auxiliares de clínica progresivamente pasaron a ser auxiliares de las enfermeras, su trabajo lo determinaban y organizaban las jefas de enfermería. Se les ha ido asignando tareas técnicas que antes hacían los enfermeros. A los médicos nos “auxilian” más bien poco.
- Redujeron los equipos administrativos y pasaron la citación de las consultas a Salud Responde, una centralita que funciona 24 horas, alejada de los centros y donde se desconoce cómo funcionan. Cambiaron conocimiento, operatividad del equipo y cercanía, por comodidad. No sabemos si fue rentable económicamente, pero sí que supuso una pérdida de apoyo administrativo para los centros de salud.
- Los enfermeros pasaron de Asistente Técnico Sanitario (ATS) a Enfermeras y a un grado universitario con más competencias. En primaria, siguiendo el ejemplo médico, se han creado las especialidades de Enfermería Familiar y Comunitaria y las de Enfermería Pediátrica. Sin embargo, las plazas de primaria siguen ofertándose a enfermeros que no la tienen e incluso que nunca han trabajado en ella privando a los pacientes de esa excelencia en el conocimiento. ¿Imaginan las plazas de matrona ocupadas por enfermeras sin esa especialidad? Enfermería mantiene su trabajo limitado casi en exclusiva a la realización de técnicas, seguimiento de crónicos y atención domiciliaria.
- Cambiaron el mapa sanitario, convirtieron cada ciudad en una zona básica de salud, aunque tengan 25 centros de salud como Málaga y funcionalmente no tengan nada que ver unos con otros. La finalidad era la movilidad de los profesionales entre los centros, ya no sustituían las ausencias. Así crearon las plazas de Dispositivo de Apoyo, son para cubrir puntos de urgencias y ausencias de los otros titulares, de aquí para allá. La mayoría de los profesionales las rechazan. Es un contrato totalmente contrario a la finalidad del médico de familia que se basa en la continuidad en el tiempo de la atención integral a una población determinada.
- Faltaban otros tipos de recursos. Para desplazarnos a los domicilios o a consultorios de otros pueblos tenemos que usar nuestros vehículos, salvo en los puntos de urgencias que finalmente los dotaron de ambulancias, indumentaria y equipos para ello. ¿Imaginan a la policía o a los políticos teniendo que desplazarse con sus medios propios?
- No sólo los medios diagnósticos son menores y el ritmo de trabajo mayor que en el hospital, también el salario del médico de primaria andaluz es inferior al que trabaja en hospitales, al que trabaja en la mayoría de las otras CCAA y ya no digamos en otros países del entorno (Portugal, Francia, Inglaterra…) donde el salario sí corresponde con el grado de formación (aquí el sueldo es el de un graduado) y el trato y las condiciones de trabajo son mucho mejores. La estabilidad en el empleo es mayor en la sanidad privada. Por ello los médicos de primaria se marchan. Otros se cambian de especialidad.
SITUACIÓN ACTUAL
La pandemia ha sobrecargado enormemente la Atención Primaria, a todos los profesionales. El crecimiento de las plantillas médicas no sólo ha sido prácticamente nulo, al contrario que en otras categorías, si no que hemos trabajado constantemente con las plantillas sin cubrir. Hay bajas por enfermedad sin sustituir, reducciones de jornada, y prácticamente todas las ausencias por vacaciones. Hemos tenido muchas bajas por covid con fallecimientos incluidos.
- Los médicos hemos asumido la identificación, diagnóstico y tratamiento de los enfermos sospechosos de padecer covid. El seguimiento de todos los enfermos con enfermedad moderada a severa que no han precisado ingreso y tras el alta, y la de aquellos con riesgo de enfermar de gravedad.
- Además hemos cargado con muchas tareas que no son de nuestra competencia. Desde buscar y fabricar medios de protección al inicio, los rastreos durante bastante tiempo, certificados para las mascarillas (muchas peticiones eran improcedentes), imprimir certificados de vacunación (afortunadamente rectificaron enseguida), enviar documentación a los pacientes, limpiar el material contaminado, ser nuestro propio filtro para acudir presencial una vez acabado el confinamiento, ser el profesional que atiende en primer lugar prácticamente a todos los pacientes que llegan sin cita (antes también, ahora empieza a ser enfermería), hacer el seguimiento de los crónicos y hasta dar citas.
- En numerosos centros no hemos tenido la suficiente colaboración de los enfermeros en la atención a los cupos asignados porque éstos han reducido algunas actividades al máximo, incluso la han dispensarizado (consultas y atención domiciliaria donde citan pacientes de todos los cupos mezclados y que atienden por turnos) habiendo perdido la población a su enfermera referente en todos esos centros. Enfermería se ha centrado sobre todo en las técnicas diagnósticas (PCR, test Antígenos, test de anticuerpos), la vacunación, sus tareas de atención domiciliaria, dar soporte a las residencias y a los colegios.
- Nuestras consultas han seguido masificadas. Antes era casi todo presencial, y durante la pandemia ha crecido lo telefónico hasta el punto de consumirnos gran parte de la jornada laboral e impedirnos hacer actividades con mayor valor. La consulta telefónica ha favorecido la accesibilidad de pacientes más jóvenes, más sanos y el uso indiscriminado de la misma. Multitud de pacientes han descubierto su accesibilidad y comodidad y lo usan para hacer multitud de consultas clínicas banales y otras que corresponden a otros profesionales o al hospital resolverlas.
- Para dar respuesta a todo esto numerosos médicos hemos prolongado nuestra jornada laboral altruistamente de forma casi permanente.
- Seguimos utilizando nuestros vehículos para los desplazamientos, y ahora también nuestros ordenadores cuando hemos teletrabajado y hasta nuestros móviles para la consulta telefónica o para hacer las fotos que se envían a teledermatología.
- En Distrito Málaga-Guadalhorce hay numerosos compañeros que están en plazas vacantes y que, en lugar de cubrirlas con interinos, les han hecho un contrato eventual hasta 31 de octubre. La indignación de todos estos compañeros es enorme. No se merecen este trato y menos aún quienes se han dejado hasta la salud en esta pandemia. Hemos perdido bastantes médicos por jubilaciones anticipadas debido a la terrible situación generada por la pandemia y no se extrañen si seguimos perdiendo aún más.
- La resolución de OPEs y traslados resueltas en la primavera no se ha completado del todo. Los titulares han llegado a las zonas básicas de salud pero aún no tienen adjudicado el centro de salud definitivo. Esa situación mantiene las plantillas inestables y precarias e interrumpe la continuidad de la atención.
- Estamos extenuados y sumamente disgustados, aún sin ello lo estaríamos, porque no hemos encontramos el reconocimiento que esperábamos, que no es otro que plantilla suficiente, contratos dignos, tiempo y medios para hacer bien nuestro trabajo. Los aplausos y las palabras de agradecimiento se agradecen, pero no alivian nuestra carga y nuestra frustración.
EL PLAN PARA LA VUELTA A LA “NORMALIDAD” Y REFORZAR LA ATENCIÓN PRIMARIA
Desconocemos el contenido del Plan más allá de lo publicado en los medios de comunicación pero lo que sí nos ha llegado son diversas instrucciones para confeccionar nuestras agendas que continúan manteniendo la masificación de nuestras consultas a costa de muchas citas con poco tiempo. Para los médicos esto es inasumible. Nos sitúa permanentemente en una situación extenuante en la que tenemos que decidir si realizamos nuestro trabajo a destajo con el inherente riesgo de errores que ello conlleva, si lo hacemos correctamente y quedan pacientes citados sin atender, o si prolongamos altruistamente nuestra jornada laboral. Es nuestro descanso y nuestra salud para facilitar la de otros la que está en juego, nuestra ética, nuestra tranquilidad porque no sabes si el que ha quedado sin atender lo necesita realmente, la conciliación y cuidado de nuestras familias…
Consideramos que hay una serie de MEDIDAS URGENTES a realizar que pondrían solución a muchos de los problemas planteados:
- Aumentar el presupuesto para la Atención Primaria.
- Dimensionar la plantilla médica es lo primero ya que nosotros hacemos el trabajo de otros pero nadie puede hacer el nuestro. El médico es un profesional clave.
- Para ello hay que conseguir que vuelvan parte de los médicos que se han ido y fidelizar a los que se van formando. Es imperioso aumentar las retribuciones y ofrecer contratos mucho más largos y ajustados a la normativa. Una eventualidad de 6 meses, y menos aún de Dispositivo de Apoyo, no atrae ni retiene a casi nadie cuando otras comunidades están ofreciendo un mínimo de 1 a 3 años.
- Las agendas deben adaptarse a la realidad y complejidad de nuestro trabajo. Es prácticamente imposible atender a un paciente en menos de 10 minutos, la mayoría necesitan más. Los problemas que la pandemia ha relegado son muy numerosos, añadido a todo lo que ha generado y sigue generando la pandemia (problemas físicos, de origen psicosocial, covid, postcovid…). Ahora más que nunca necesitamos más tiempo.
- Implantar la continuidad asistencial en primaria. Las demoras en los hospitales se gestionan así desde 2006, ofreciendo trabajar horas extras voluntarias.
- El acceso a pruebas diagnósticas es un problema urgente de fácil solución. Ello reduciría las listas de espera hospitalarias y ayudaría a muchos pacientes que están pasándolo bastante mal.
- Implementar adecuadamente las competencias de la enfermería de primaria, para ello necesitamos formar más y contratar a los enfermeros especialistas en Familia y Pediatría para la primaria. Por supuesto, todo andaluz debe tener una enfermera referente en su centro de salud, los niños también. Y ello debe ser prioritario antes que poner enfermeras en los colegios. Primero deben estar bien cubiertos de enfermeras los centros destinados a la salud antes que los de educación, en estos las personas que acuden están sanas.
- Es imprescindible que al médico de primaria le llegue sólo lo que es del médico y tenga el apoyo necesario de otros profesionales con una asignación de las tareas por competencias.
- Modificar el Mapa sanitario y acabar con la indefinición de los puestos de trabajo.
- Hacer campañas de información a la población sobre el uso de adecuado del sistema sanitario público
- Participación ciudadana bien articulada y eficaz.