El miércoles 13 de octubre en Málaga varias organizaciones médicas,- Sindicato, Colegio profesional y Basta Ya-, vamos a contar la perspectiva del médico de AP, lo que llevamos sufrido y aguantado desde hace décadas, lo que la pandemia ha empeorado y puesto más en evidencia de una forma brutal. Es el momento ineludible de cambiarlo. Para muchos de los médicos que queremos ayudar y hacer bien nuestro trabajo, la situación que vivimos es una pesadilla continua.
Hay políticos y gestores de toda ideología que son sordos, o no lo entienden o no lo quieren escuchar. No lo solucionan o no lo han solucionado cuando han podido hacerlo. Solucionarlo supone en primer lugar más presupuesto para la Atención Primaria, es decir, quitarlo de otras partidas menos necesarias (ahí está el problema). En segundo lugar hay muchas cosas que cambiar de la organización y funcionamiento del SAS que ahora está centrado en el Hospital como único paradigma de excelencia médica, y en el médico de primaria como puerta de acceso al sistema, hacedor de recetas y solucionador de todo lo que el resto de categorías y niveles asistenciales no hace o no quiere hacer. Las soluciones no pueden demorarse más.
Algunos políticos, individuos, partidos y organizaciones, demasiados, están haciendo campañas de difamación de la Atención Primaria, algunas centradas en los médicos. Nos aplauden y agradecen que les hemos salvado sus vidas y cuidado de su salud. Lo hemos hecho incluso a costa de las nuestras, con un sobreesfuerzo brutal y muy prolongado en el tiempo, y casi siempre con medios precarios. Lo seguimos haciendo. Pero al tiempo están envenenando contra los médicos, diciendo que no queremos atender a los pacientes porque somos unos vagos o porque tenemos miedo al covid, y ello a pesar de que todos saben que hemos trabajado sin apenas descanso y nos hemos enfrentado al covid sin protección adecuada durante mucho tiempo, aun cuando estábamos en nuestro derecho de negarnos a hacerlo. No duden que aquellos que mienten intentan “sacar tajada” de una forma que por sus méritos propios jamás la conseguirían. Hay muchas luchas de poder que no permiten que se avance y hacen mucho daño.
Hay una parte de la ciudadanía que actúa de forma caprichosa, poco responsable o simplemente no son conscientes del daño que causan cuando están usando mal el sistema sanitario y las consultas médicas. Los médicos no podemos ni debemos seguir atendiendo lo que no es de nuestra competencia o no está en la cartera de servicios. Esto es un cáncer para el sistema sanitario público que nos desgasta y nos sobrecarga innecesariamente. Los grandes perjudicados son aquellos que de verdad necesitan que se les atienda, la ciudadanía responsable que está colaborando e incluso perdiendo oportunidades de ser atendidos, y los profesionales que estamos desbordados y frustrados por ello.
Además estamos bajo la influencia permanente de algunos que tienen poderosos intereses económicos en la salud y en el tratamiento de la enfermedad y que están mercantilizando y medicalizando la salud induciendo a un consumo excesivo de servicios sanitarios y tratamientos sin evidencia alguna. Se demanda hacer muchas pruebas diagnósticas para descartar todos los posibles diagnósticos y que todo se trate con fármacos o interviniendo médicamente como si ello fuera la solución más idónea; cuando la mayoría de los procesos afortunadamente sólo precisan identificar qué estamos haciendo que daña a nuestro organismo y dejar de hacerlo, modificar nuestro estilo de vida, sustituir nuestras conductas por otras que sean saludables. En ocasiones necesitaremos la ayuda de fármacos o intervenciones técnicas, pero no en tantas como nos inducen a creer. De todo esto los que más entendemos somos los médicos de primaria. Una de nuestras funciones es discriminar la paja de lo importante, y eso lo hacemos como nadie porque nos hemos formado específicamente para ello, además de para saber resolver hasta un 90% de las enfermedades, podríamos hacerlo si nos dieran acceso a los medios para ello. A esos intereses económicos no les interesa que los médicos de primaria tengamos tiempo y medios diagnósticos para hacer bien nuestro trabajo, tampoco que la Atención Primaria funcione bien, ni que lleguemos a toda la población. Esos necesitan lo específico de lo hospitalario, empezar la casa por el tejado, para crecer y ganar dinero. Si los sistemas sanitarios públicos no solucionan este grave problema, somos títeres del marketing de algunos al tiempo que estamos derrochando el dinero público sin proporcionar a la población más salud; todo lo contrario, porque intervenir con técnicas y fármacos cuando no debemos causa más enfermedad y muerte. Es lo que llamamos iatrogenia.
Hay médicos de Atención Primaria que están rotos, que no luchan por cambiar esto (indefensión aprendida: creen que es imposible cambiarlo), que han buscado otras adaptaciones a la insostenible situación que soportan desde hace años. Algunos se han abandonado ante la impotencia de no poder atender a los pacientes con ciencia (pocos), otros son técnicamente correctos pero lo hacen con una prisa que deshumaniza en menor o mayor grado la relación (la despersonalización es la fase más grave del burnout: el médico quemado). Otros huyen a otras CCAA o países (a miles), a los hospitales (donde pagan mejor y la sobrecarga es menor), muchos están en la sanidad privada. Los que han llegado a la desesperanza total han colgado la bata (para quien no lo entienda, eso significa dejar la Medicina) o están pensando en hacerlo.
En Basta Ya estamos muchos de los médicos que no nos resignamos con la situación, que queremos ayudar a cambiarla, que queremos hacer nuestro trabajo bien, para lo cual reclamamos tiempo, recursos y condiciones de trabajo dignas. Pedimos además que cada cual, como individuo, organización o institución, ocupe con honestidad el lugar que le corresponde en este grave problema y colabore para solucionarlo.
El miércoles 13 en una rueda de prensa queremos contarles cómo estamos viviendo los médicos de primaria esta situación de la mano de las organizaciones médicas de Málaga que nos acompañarán. Nos estamos quedando sin médicos, sin médicos no habrá sanidad pública. Les rogamos que nos escuchen con atención.
Aquellas organizaciones y ciudadanos que quieran y puedan acompañarnos en nuestras reivindicaciones, que ya muchos conocen, les esperamos a las 11.00h ese mismo día en las puertas de los centros de salud. Allí estaremos durante 10 minutos para clamar por nuestra situación y pedir una mejor Atención Primaria.